APRENDER A DELEGAR

APRENDER A DELEGAR

Para algunas personas delegar responsabilidades en otras es una tarea sumamente complicada. Normalmente sienten que tienen que hacerse cargo, bien porque consideran que si ellos no se responsabilizan de ello, nadie lo hará; o bien porque tienen la idea de que otra persona no podrá hacerlo de la misma manera en que ellos mismos lo hacen.

 

¿En qué consiste delegar?

 

Como tal, delegar es la acción de redirigir tareas e iniciativas a otros miembros de un equipo. En ocasiones podemos delegar en nuestro trabajo, pero también es importante saber hacerlo en nuestra vida personal, cuando compartimos objetivos con las personas que nos rodean.

 

¿Cuándo delegar?

 

Lo ideal es valorar la opción de delegar siempre que tengo que asumir varias tareas. Pero si no lo he hecho inicialmente, cuando me siento abrumado, sobrecargado o al borde del desbordamiento por el cúmulo de acciones que tengo que realizar, es necesario pararme a observar si realmente todas las cargas que estoy asumiendo me corresponden única y exclusivamente a mí. Un ejemplo sería: En casa convivimos varias personas, pero siempre soy yo la persona encargada de realizar las labores domésticas y esto supone no poder contar con tiempo de ocio. Ese es un buen momento para plantearme si es necesario que yo lleve a cabo todas las tareas o si, por el contrario, podría delegar y repartirlas de una manera más equitativa.

 

¿Cómo llevarlo a cabo?

 

Para poder delegar de manera saludable, puedes seguir los siguientes pasos:

 

  • Identificar todas las acciones que llevo a cabo para conseguir un objetivo común: siguiendo el ejemplo anterior, podrían ser: limpiar y ordenar las diferentes estancias de la casa, lavar los platos, poner la lavadora y hacer la comida.
  • Decidir cuáles de esas acciones podrían ser llevadas a cabo por otros miembros: todos los miembros del grupo que se encuentren capacitados pueden colaborar en el objetivo común. En ocasiones esto nos resulta complicado, ya que puede que alguno de ellos no sepa realizar algunas de las acciones seleccionadas, pero debemos plantearnos si con la ayuda precisa, las tareas se encuentran dentro de sus capacidades y por tanto podrían aprender a desempeñarlas. También podemos tener en cuenta los puntos fuertes de cada miembro para asignarles aquellas tareas que prefieren o se les dan mejor.
  • Repartir las tareas de manera concreta y equitativa: es importante realizar un reparto claro de las acciones a realizar, especificando al máximo cuándo y cómo se llevarán a cabo, de manera que todos los miembros se encuentren lo más cómodos posible con los pactos establecidos y asuman las responsabilidades asignadas.
  • Supervisar: es conveniente indicar una frecuencia (diaria, semanal, mensual…) para evaluar si todos los miembros están cumpliendo con las tareas asignadas de manera adecuada, revisar si es necesario hacer cambios o mejoras y poner en común cómo se siente cada uno con las responsabilidades adquiridas.

 

Estos son algunos de los aspectos principales que debes tener en cuenta a la hora de aprender a delegar. Si consideras que necesitas ayuda profesional para poder hacerlo, ponte en contacto con nuestro equipo de psicólogas del Centro de Psicología Victoria Martínez, llamando al teléfono 976 044 448 o escribiéndonos a info@victoriamartinezpsicologia.es

 

Aranda, I. (2013). Productividad personal. Observatorio de Recursos Humanos41.

 

Tapia, J. C. F. (2018). El desarrollo de la capacidad para delegar utilizando análisis FODA. Anfei Digital, (8).

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