DEPENDENCIA EMOCIONAL EN LA PAREJA

DEPENDENCIA EMOCIONAL EN LA PAREJA

Al inicio de una relación sentimental experimentamos la fase de enamoramiento, en la que se produce una alteración de nuestro sistema y que nos provoca emociones placenteras intensas, acompañadas de pensamientos y sensaciones positivas referentes a la otra persona. También se acompaña de una falta de objetividad que puede llevarnos a la idealización o a pasar por alto características incompatibles con lo que buscamos, todo lo cual puede acabar por generar discrepancias y desilusiones al finalizar la fase de enamoramiento.

 

¿Qué es la dependencia emocional?

 

Los seres humanos somos la especie más social y, por lo tanto, la más dependiente. Todo nuestro desarrollo ha sido social, desde la infancia, donde la dependencia es vertical, es decir, uno cuida y el otro es cuidado; hasta la adultez donde la dependencia es horizontal, los cuidados son recíprocos. Este grado de dependencia es saludable y óptimo ya que se mantiene la autonomía de cada una de las partes, y es a lo que llamamos interdependencia.

 

Hablamos de dependencia emocional en la pareja cuando se genera una “adición” hacia la otra persona, cuando esta se convierte en el centro de nuestra vida y la adaptamos a ella, estableciendo patrones demandantes hacia la pareja y generando una necesidad continua del otro en la mayoría de las áreas de nuestra vida.

 

 Además, esta dependencia genera en la persona sufrimiento y dolor apoyado por una serie de creencias sobre el amor y la pareja que llevan a “soportar” vivencias que nos son desagradables, por el miedo a perder a la otra persona.

 

Síntomas

 

Algunos de los síntomas que solemos encontrar en las personas dependientes son:

 

  • Demandas y necesidad constante de muestras de amor y de compartir la mayor parte del tiempo, pudiendo esto llevar a un distanciamiento de la propia red social de seguridad, como amigos y familia.
  • Necesidad de control sobre gran parte de las áreas de vida del otro, sobre todo en lo referido a las áreas relacionales e íntimas.
  • Dificultad para decir que no a las demandas o necesidades de la otra persona, incluso cuando supone un perjuicio para uno mismo.
  • Pérdida de identidad e individualidad, adaptando la personalidad a lo que se considera que el otro espera de nosotros/as, y olvidando las necesidades y deseos propios.
  • Sensación de miedo, pánico y/o ansiedad ante los pensamientos de pérdida o la interpretación de que el otro pueda abandonarnos física o emocionalmente.
  • Quejas constantes sobre la forma de ser del otro ya que, a pesar de la lucha continua para evitar la pérdida, hay características que no aceptamos y nos generan cierta ansiedad.
  • Baja autoestima con origen previo a la relación o que se ha visto deteriorada con el trascurso de la misma.

 

Origen de la dependencia emocional

 

El origen de la dependencia emocional depende de muchas variables, como los sistemas de apego y las creencias e ideas erróneas y romantizadas sobre el amor y las relaciones de pareja que, entre otras cosas, mantienen estas relaciones a pesar del daño que producen por la incongruencia entre lo que se vive en la pareja y nuestros valores.

 

Cuando pedir ayuda profesional

 

            Si te sientes identificado/a con los síntomas descritos y tu relación, durante gran parte del tiempo, te genera malestar emocional intenso pero a su vez te sientes incapaz de salir o alejarte de esa persona o relación, consulta con un especialista sobre tu caso.

 

 

 

Ningún alma va a sentirse libre y feliz, cuando el cuerpo que habita decide renunciar al amor, el respeto, la confianza y la aceptación hacia sí mismo” Silvia Congost

 

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