NECESIDADES VS. DESEOS
Parece clara la diferencia entre los conceptos necesidad y deseo, ¿verdad? Sin embargo, es frecuente, más de lo que creemos, que a las personas que tenemos niños en nuestro entorno nos cueste discernir entre ambos términos. Para poder tener claras las diferencias, deberíamos empezar por responder las siguientes cuestiones.
¿Qué es una necesidad? Y ¿qué es un deseo?
Por un lado, una necesidad es algo innato en los niños. Estas necesidades las conforman acciones de cuidado como comer, beber, socializar y ser calmados ante una emoción fuerte. Es decir, son imprescindibles para la supervivencia y por ello siempre deben ser cubiertas, ya que ayuda a los niños a recobrar la homeostasis, es decir, el equilibrio tanto físico como emocional.
Por otro lado, los deseos no son imprescindibles para la supervivencia, pero sí que pueden aportar cierto disfrute o beneficio, y mejorar nuestra calidad de vida.
¿Qué necesidades existen?
- Necesidades fisiológicas: Incluyen aquellas relacionadas con la alimentación, el sueño, la higiene y la asistencia médica. Cada vez que existe una amenaza o carencia de tipo fisiológico, el cuidador o adulto responsable del niño debe actuar para protegerle, dándole lo que necesita.
- Necesidades afectivas: Se manifiestan a través de tres procesos. Vinculación estable, aceptación y sentirse importante para el otro. Las tres en conjunto favorecen la autonomía y la autoestima de los niños.
- Necesidades cognitivas: En ellas se recalca el importante papel que tienen los padres para fomentar la exploración y la experimentación de los niños con el entorno, favoreciendo de este modo su aprendizaje y la comprensión del mundo que les rodea.
- Necesidades sociales: La familia y los iguales son el entramado social que los niños necesitan para su correcto desarrollo. Como es lógico, durante la primera infancia, son los padres o cuidadores principales los que tienen este papel. Mientras que, a medida que el niño va creciendo, irán aumentando el número de relaciones que establezca.
¿Qué ocurre con la no satisfacción de las necesidades?
El principal problema que tenemos tanto adultos como niños es que a veces convertimos los deseos en necesidades, y como consecuencia, éstas últimas pueden no quedar del todo cubiertas.
La no satisfacción de necesidades tiene efectos perjudiciales sobre el desarrollo integral de los menores, lo que a su vez puede tener efectos adversos en su autonomía y sobre su propio desarrollo personal en el futuro como adultos.