VALIDACIÓN EMOCIONAL, ¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE?

VALIDACIÓN EMOCIONAL, ¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE?

Las emociones a día de hoy siguen siendo un tema tabú, especialmente, cuando nos referimos a emociones etiquetadas socialmente como negativas.

 

¿Alguna vez habéis dicho o escuchado alguna de estas frases? Deja de llorar, no es para tanto, siempre estás igual… Negar las emociones, recharlas o ignorarlas constituye un factor de riesgo para contraer enfermedades físicas y emocionales.

 

¿QUÉ ES?

 

La validación emocional es un proceso mediante el cual un individuo acepta su propia experiencia emocional o la de otra persona, sin restarle importancia ni negar su contexto. Se trata de no juzgar ni intentar solucionar el conflicto que se presenta, sino entender que está bien experimentar emociones positivas y negativas. Se utiliza en la psicología como método para permitir que el paciente exprese sus sentimientos con libertad.

 

Aprender a validar emociones puede no ser fácil para muchas personas. Es un proceso de aprendizaje complejo, que implica una profunda aceptación de las emociones de uno mismo y de otra persona; sin juzgar, sin intentar cambiar lo que se está sintiendo en ese momento.

 

Reconocer las emociones, ponerles nombre y aceptar lo que estamos sintiendo nos permite tomar consciencia de la experiencia vivida. Al ser conscientes de nuestro contexto personal, somos capaces de gestionar mejor nuestras emociones y, por lo tanto, nuestro bienestar psicológico también mejora.

 

¿PARA QUÉ SIRVE?

 

  • Construye confianza y aumenta los vínculos afectivos.
  • Disminuye las sensaciones de aislamiento.

 

HAY TRES FROMAS DE INVALIDAR LAS EMOCIONES…

 

  • Reprimir
  • Minimizar
  • Negar

 

Hay muchos ejemplos de lo que si y no es validación.

 

Si que sería validación…

 

  • Ha debido de ser duro para ti, ¿verdad?
  • Es normal que te sientas así.
  • ¿Cómo puedo ayudarte?
  • Entiendo que esto te hace sentir mal.

 

No sería validación…

 

  • No estés triste.
  • Deja de llorar.
  • No es para tanto.
  • No te puedes poner así por eso.

 

Muchas veces nos invalidamos a nosotros mismos, rechazamos nuestras emociones negativas e intentamos esconderlas para no hacer frente a ese sentimiento que nos daña. Sin embargo, evitarlas traerá consigo más malestar a la larga. Es importante entender que las emociones negativas también existen y son válidas. Una vez hayamos conseguido aceptarlas como parte de nuestro ser, seremos capaz de gestionarlas.

 

Cuando validamos, corroboramos la importancia de lo que siente la otra persona y lo tomamos como legítimo.

 

 

 

 

 

 

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